Producción ganadera (de donde venimos y hacia donde vamos)

Un poco de historia, de cara al futuro:

A pesar que desde 1990 el stock ganadero ha permanecido relativamente estancado alrededor de 52/54 millones de cabezas en general, fundamentalmente por la competencia de la actividad agrícola, con mejores márgenes económicos, Argentina sigue siendo un importantísimo productor de carne vacuna, de excelente calidad, el sexto  exportador mundial y, por supuesto, el líder  en el consumo per cápita. La Argentina es un país con una larga historia como productor y exportador de carne.

En las décadas de los años 30 y 40 estuvo ubicado como principal exportador de carne vacuna, y desde entonces, su participación en el mercado internacional ha ido disminuyendo así, y llegando al sexto lugar, en el nivel mundial. Los destinos principales fueron en 2021 : China 109000 tn , Israel 11000 tn, Chile 8000 tn, siguiendo Alemania, Rusia ,Países Bajos, Brasil ,Italia, Otros, cada uno  según, (datos del IPCVA).

Debido a la creciente demanda internacional de alimentos y al aumento del poder adquisitivo de su gente, en varios países se aprecia un incremento de la demanda de carne vacuna . En el contexto del mercado mundial de carne actual, la Argentina presenta algunas ventajas que Ie permitirían posicionarse favorablemente, entre las que figuran ser país libre de BSE (encefalomielitis espongiforme bovina), nuevamente Libre de Aftosa con vacunación (al norte del paralelo 42°), no registrar casos de Gripe Aviar, y ser considerado productor de carne vacuna en forma natural, a pasto.

La producción de carne vacuna argentina forma parte de una cadena de valor amplia y compleja, conformada por una cantidad significativa de actores que interactúan de variadas formas antes de que los productos que en ella se manufacturan (en forma de cortes, cuartos, menudencias, subproductos con distinto grado de elaboración, etc.), lleguen al alcance de los consumidores, tanto nacionales como extranjeros.

Esta cadena podría ser considerada como un proceso productivo que se inicia en los productores de cría bovina -cuyo producto principal es la obtención de terneros-, continuando luego con quienes demandan el abastecimiento de esos terneros, es decir el grupo de los denominados «engordadores».

Una parte realiza la producción a campo, bajo condiciones de pastoreo, y otros en establecimientos en confinamiento (feedlots o engorde a corral). además, existe una gama intermedia de ganaderos que realizan ambas formas de producci6n de carne, con suplementación estratégica a través de alimentos concentrados o granos, de acuerdo con sus objetivos comerciales y empresarios.

En la cadena están presentes otros actores, como los generadores de conocimiento y tecnología; proveedores de servicios e insumos; productores de genética vacuna, intermediarios comerciales (consignatarios, matarifes); procesadores e industriales; vendedores al público; organismos e instituciones estatales y no gubernamentales, entre otros.

EI consumo per cápita de carne vacuna en Argentina es el más alto del planeta, con 39,9 kg hab/año, estando en segundo lugar Estados Unidos con 26,1 kg hab/año y Brasil en tercer puesto con 24,5 kg hab/año (FAO 2019).

La faena en nuestro país tiene un alto componente de animales jóvenes, los cuales se destinan a consumo interno (novillitos, vaquillonas, terneros, y novillos livianos a medianos). Durante  el año 2020 la faena bovina ha resultado superior a los 14,2 millones de cabezas superior en un 2% en el mismo periodo enero diciembre del 2019, en el cual se habían faenado cerca de 14 millones de bovinos:

El moderado incremento observado en la faena bovina es cercano a los 277 mil cabezas, la cual explica por una suba de la faena de novillos y novillitos, de mas de 500 mil cabezas y de vaquillonas en unas 82 mil , que resulto parcialmente compensado por menor faena de vacas, inferior en cerca de 281 mil cabezas a las del año anterior , y también por menos toros, unos 29 mil .

El mercado externo en perspectiva:

Desde el punto de vista de generación de dólares de las exportaciones hay que considerar la estacionalidad de la demanda China que en el  último trimestre del año 2019 llego a absorber más de un 25 % de la producción de carne bovina pero que en el primer trimestre del 2020 cayó a menos del 16%, por lo tanto es probable que este año 2021 ronde ese mismo valor, además con los precios corrientes pagados por los importadores chinos, hasta 40 % inferiores a los del 2019, la capacidad de compra de materia prima a los elevados valores actuales se ve muy debilitada.

A este complicado panorama en nuestro principal destino exportador, debe añadirse la fuerte caída de la demanda y de los precios de la Unión Europea como consecuencia de las restricciones a la circulación derivada de la 2 y 3 ola de la pandemia del Covid -19

A este contexto global se le suma la competencia de la actividad agrícola -con mejores márgenes económicos en aquellas zonas de aptitud mixta (agrícola-ganadera), especialmente la región pampeana.

En un proceso que se reconoce, al menos, desde los últimos años, el incremento en la superficie sembrada de soja que va desde el 2005 de 15.5 ha al 2020 a 37 millones, ocupando en la actualidad 55 % de las hectáreas que se siembran, seguida muy de lejos por los cultivos de maíz y trigo que en conjunto representan el 26 % menos de la mitad

Este aumento tuvo al cultivo de la soja como principal protagonista, restando superficie a la actividad ganadera. Esta tendencia podría ser aún mas manifiesta en los próximos años, contribuyendo a una concentración de la actividad ganadera con incremento de la cantidad de animales engordados a corral, los cuales presentan calidades de carne distinta de aquellos alimentados a pasto, a la vez de suponer un riesgo creciente de pérdida de sustentabilidad ecológica de los sistemas agrícola-ganaderos.

Repasando lo escrito anteriormente, podríamos concluir que, en buena parte de nuestra historia como Nación, gobernarla ha sido en definitiva conseguir carne barata para la mesa de los argentinos, ello realizado con diversos enfoques y casi siempre disimiles resultados.

A esa construcción se le dedicaran muchas horas de trabajo intelectual, dentro de la llamada entonces política de ganados y carne, en auxilio de la cual se sanciona­ran las normas que se pondrán en servicio a través de organismos y entidades estatales buscando bajar, o en otros casos mantener precios, con toda clase de elementos que, como las vedas o cuotas, demostraran a poco tiempo de im­plementadas que no podrán oprimir a la actividad, dadas sus permanentes fluctuaciones.

En los próximos 10 años la oferta cárnica superará la demanda:

En un informe de estimaciones de las Organizaciones para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) y de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se espera que hacia el 2029 la oferta de los diferentes tipos de carnes logre superar la demanda, y que los países en desarrollo tengan un mejor acceso a la proteína animal gracias a una generación de mayores ingresos. Estados Unidos, China, Brasil y la Unión Europea serán los principales productores de carne, con 60% del total a nivel mundial.

Según sus cifras, para dicha fecha el procesamiento de estas mercancías ascenderá hasta los 366 millones de toneladas, gracias a un incremento de 12.2% respecto a los registros de 2019, señalaron que quienes encabezarán el crecimiento serán los países en desarrollo.
también la producción de carne de res, pollo y cerdo se mostrará al alza.

Se pronosticó que en el caso de la carne de res, la producción aumentará especialmente en Argentina, Brasil, China, Pakistán, África Subsahariana y Turquía; en los países desarrollados el alza general será de 4%, lo que sucedería en gran parte gracias a la participación de Canadá y Estados unidos.

En cuanto a la carne de cerdo, se espera que Asia sea el principal impulsor de la industria y que la Peste Porcina Africana (PPA) siga afectando al sector hasta 2021, para después gozar de un crecimiento sostenido durante el resto del periodo estudiado por la FAO y la OECD. Para 2025 estimaron que el procesamiento en China volverá a los niveles de 2017, aportando dos tercera partes del total mundial.

Para la carne de pollo proyectaron que dicha proteína animal seguirá siendo el principal factor para el incremento de la producción cárnica en general, gracias a sus ciclos productivos cortos, lo que permite que los avicultores respondan de manera rápida a las tendencias del mercado; en este caso serían China, Brasil, EE. UU. y la UE los principales participantes.

Conclusiones:

Existen a nivel de la cadena de valor algunas limitantes que atentan contra la competitividad. Las mismas fueron claramente expuestas en los documentos de trabajo de la Mesa de la Cadena de Ganados y Carnes que funcionaba en el ámbito del MAGYP en el marco del PEA 2020 (Plan Estratégico Agroalimentario 2020). Una de ellas menciona la baja productividad del sector primario, con foco en la ganadería de cría. Esta baja productividad, no es en consecuencia de la no disponibilidad de tecnologías, ya que los estudios realizados muestran una brecha de adopción de tecnología global superior al 60% para la cría y del 54% para la invernada.

Existen tecnologías de manejo de bajo costo relativo, capaces de producir en un estrato importante de productores ganaderos, un alto impacto productivo con su correlato en una mejora de sus ingresos.

La ganadería bovina posee una alta tradición, arraigada en valores culturales y sociales, sustentada en condiciones agroecológicas favorables de nuestro país, evolución genética, desarrollos adaptativos de pasturas y tecnologías de manejo, y en el trabajo incesante de nuestros pequeños y medianos productores ganaderos e industriales. El resultado, la obtención de un producto emblemático, de calidad reconocida a nivel internacional, la carne vacuna argentina.

En estos dos últimos años de pandemia se plantea un interrogante respecto de los futuros precios internacionales que tendrán los commodities, debido a que la depresión de la demanda internacional genera la consecuente caída en los precios y expectativas del consumidor. Pese a ello, es indudable que el mundo seguirá consumiendo alimentos, y la Argentina continúa siendo hasta el presente, un importante proveedor a nivel internacional.

29-06-21