Pandemia y tecnología: adaptarse para sobrevivir y crecer

La pandemia fue y es un factor de cambio decisivo en materia de transformación digital.

Observamos que el impacto de la “nueva normalidad” ha sido duro en una gran cantidad de empresas. En el último informe de Industriales Pymes Argentinos (IPA) para el período Junio 2019 / Junio 2020, se registra el cierre de unas 20.000 empresas en Argentina, representando casi el 4 % del total registrado en AFIP.

¿Cuál es el aprendizaje que podemos hacer en esta situación tan crítica?

Una enseñanza es poner el foco en la agilidad y eficiencia de los procesos y en la digitalización de la información para aumentar la productividad, reducir costos y de esta manera poder maximizar beneficios. La adaptación resulta esencial.

 Además de las transformaciones relacionadas con la modalidad de trabajo en “home office”,  también se modificaron profundamente los modelos de atención al cliente y las estrategias de venta, orientándose al formato online.

El aislamiento social generó nuevos hábitos de consumo y aceleró el auge de las compras online, incluso en categorías menos frecuentes y con poca rotación. La Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) informa que el canal digital aumentó 106% en facturación con respecto a 2019.

Un efecto colateral de la pandemia es la reactivación e impulso de proyectos de transformación digital, dado que las empresas necesitan un mayor grado de automatización de procesos, controles, gestión de consultas y pedidos, interfaces de facturación e inventarios, etc.

En línea con esta necesidad de profundizar la automatización y la digitalización, las empresas vieron en el outsourcing una opción para escalar su nivel del soporte tecnológico sin incurrir en costos fijos de tener un departamento propio de IT.

Otro factor de gran relevancia es la seguridad en el manejo de la información, dado que por la expansión de actividad comercial en la web, también se ha multiplicado el ciberdelito en varias de sus formas como el phishing que aumentó un 400%.

La multiplicación del teletrabajo ha presentado el desafió de no perder productividad principalmente por falta de comunicación, lo cual ha derivado en la necesidad de dar feedback y disponibilizar herramientas para la coordinación, compartir datos y hacer el seguimiento de avances, favoreciendo la colaboración independiente.

Por último la necesidad de ejecutar la gestión comercial en modo remoto ha sido y es un gran desafío que presenta una oportunidad generar un impacto positivo en nuestros clientes si se logra sostener una comunicación efectiva mas allá de la separación física.

En definitiva la pandemia ha puesto en duda mucho de lo que hacíamos y presenta un extraordinario desafío a la creatividad y la capacidad de adaptación. Se han caído muchos supuestos y principios “no cuestionables” y se ha aprendido que somos mas flexibles y resilientes de lo que suponíamos.  

Aprendimos a trabajar por objetivos y en base a una mayor delegación y confianza en nuestros colaboradores, para muchos todo esto fue una buena oportunidad para mostrarse y detectar talentos y para reducir costos asociados a oficinas y puntos de venta físicos.

El mensaje que nos esta dejando la pandemia es que hacer mas eficientes los procesos no debe ser la respuesta a una crisis, sino la forma de gestionar profesionalmente el presente de cara a un futuro, poniendo en juego recursos y herramientas que nos permitan convertir grandes problemas en fuentes de oportunidades.

26-03-2021