Habilidades personales en los negocios

Capítulo tercero: cómo recordar el nombre de la gente

Para todas las personas su nombre es el sonido más dulce del mundo. Engloba todo lo que son, y los estudios demuestran que uno escucha con más atención cuando el interlocutor pronuncia su nombre.

La mayoría de nosotros no memorizamos el nombre de los demás en cuanto los conocemos. Eso se debe a que estamos tan pre­ocupados por causar buena impresión que ni siquiera escuchamos su nombre. No es que olvidemos sus nombres, sino que lo que ocurre es que ni siquiera los escuchamos.

A continuación, les comento tres pasos para potenciar la memorización de los nombres:

Paso 1: repetir el nombre

Cuando le presenten a alguien, diga el nombre en voz alta dos veces para asegurarse de que lo ha oído bien y así, además, tendrá más posibilidades de memorizarlo. Si le presentan alguien y si es un nombre raro, pre­gunte que origen tiene o a que se debe que se lo  pusiesen. Así au­mentará las probabilidades de recordarlo.

Paso 2: convertir el nombre en un objeto

La razón por la que los nombres son tan difíciles de recordar es porque no son objetos reales que pueda imaginar la mente. Para recordar el nombre de una persona, hay que crearse una imagen en la mente de lo que nos sugiere. Por ejemplo, Gema puede re­cordarnos a una piedra preciosa, Oscar a la famosa estatuilla cinematográfica, Fernando puede recordarnos al famoso rey de Castilla y Aragón, Rosa a la flor, etc.

Paso 3: crear una escena ridícula

Otra opción bastante divertida por cierto puede ser imaginarse A continuación, imagínese el nombre de la persona convertido en objeto, pero interactuando de forma ridícula con un rasgo prominente de su aspecto físico. Por ejem­plo, Oscar tiene una nariz aguileña, así que intente imaginar la es­tatuilla de premios cinematográficos con una nariz prominente. Si Rosa tiene una larga cabellera, imagínese la flor con larga cabellera. Cuanto más ridícula sea la imagen, más fácil será recordarla después.

05-11-2022