En este tiempo de pandemia, entre pérdidas y frustraciones, que no empañan sin embargo los logros y el valor de la inspiración y la pasión constante por avanzar, aprendí dos valores fundamentales:
La importancia de las relaciones y la del hogar
Antes de la pandemia, pasábamos la mayor parte del tempo en el trabajo, sea en la calle unos o en la oficina, la fábrica, la escuela o la universidad para otros. Estos años nos obligó a valorar estos principios fundamentales de la vida, la relación con nuestros seres queridos, familia y amigos, y el valor intangible del hogar, ese lugar donde, sea que alquiles o seas propietario está acondicionado
para darte el calor, la comodidad, los mejores y gratos momentos que antes compartíamos con esas relaciones infaltables y que tanto extrañamos en esta cuarentena.
Hogar y relaciones forman una simbiosis de dos valores personales que no pueden existir uno sin el otro, un hogar por definición no puede existir sin personas que lo habiten, y las relaciones, nuestras amistades, son las que nos permiten disfrutar cada rincón de esa propiedad que, sin las personas, serían solo ladrillos.
Una mera y fría inversión que las reuniones, las fiestas y todos los momentos compartidos, en la privacidad de una pareja, y en la vida pública con amigos, convierten en hogar.
Esta cuarentena nos enseñó que además de lo importantísimo del valor patrimonial de una propiedad, existe un intangible que representa también todos esos momentos vividos.
Entonces te invito a transformar tu propiedad en hogar. ¿Qué quiero decir? Vivirla, convertirla en ese lugar que soñás. Y sí necesitas mudarte, por la razón que sea, recordá que los momentos que convirtieron esa casa en hogar se van con vos, y podés lograrlos nuevamente transformando lugares y manteniendo
los vínculos, continuando tus proyectos y adaptándolos al nuevo lugar.
El hogar post pandemia
Luego de este tiempo de vivir la vida online surgen nuevas emociones, como la esperanza de que la pandemia pronto sea una historia más para contar, y la añoranza del contacto real con nuestros afectos. Y así empezamos a pensar nuevamente en las prontas reuniones en el hogar, y nuevos momentos compartidos.
Este último tiempo se incrementó en muchas zonas periféricas de la ciudad, la búsqueda de propiedades valorándose más los espacios abiertos, las piscinas, galerías y parrillas, espacios donde hacer una huerta, y parque libre donde
los chicos pueden jugar, y los grandes tener largas charlas de mate entre amigos.
En cuanto al interior de las propiedades, se buscan espacios cálidos, amplios, con vistas abiertas al exterior, bien calefaccionados en el invierno y con buena ventilación en el verano y muy luminosos, resaltar estos lugares, mantenerlos prolijos, agradables como ese lugar del reencuentro con el hogar, la salud, y las relaciones.
31.-08-2022