Hacia una nueva dimensión de la función de Operaciones (2da. parte)

Qué procesos agregan valor a la organización

Transformar una organización implica un replanteo y una redefinición de las pautas fundacionales. Si hay un proceso que no agrega valor, debemos eliminarlo de la organización. Hay procesos que sí agregan valor, pero tienen incluidas tareas o actividades que no agregan valor. Un proceso que podría tener cuatro o cinco etapas tiene de siete a diez etapas.

Debemos trabajar con equipos multidisciplinarios de varias áreas para que estudien y mejoren un proceso. Este equipo de mejorará o hará la reingeniería de procesos y no debe estar de ninguna manera bajo la tutela jerárquica de ninguno de los gerentes de las áreas funcionales.

Es un equipo responderá a un comité ejecutivo que administre el cambio de la organización y funcionará como lo hace un consultor. Mejora un proceso y lo eleva a la línea, a las gerencias correspondientes, para su aplicación o no. No toma decisiones, pero sugiere.

Tenemos dos organizaciones superpuestas: la anterior, funcional, que decide, opera y trabaja en la línea y todo lo que sea horizontal (los procesos y su mejora), que no está tomando decisiones en la línea sino sugiriendo cómo cambiar los procesos, recogiendo las críticas y efectuando las correcciones.

Si este trabajo lo hace una gerencia de área, va a tener todos los vicios producidos por una visión funcional única. Cuando modificamos los procesos, el valor de la experiencia decrece, hay áreas o personas que pierden poder dentro de la organización y, cuando eso sucede, se genera resistencia al cambio.

Por eso debemos tener equipos multidisciplinarios que diseñen la mejora de los procesos y no estén dentro de un área específica. Para aprender, es necesaria la capacidad de olvidar.

El proceso de cambio implica romper con paradigmas. Esto hace que la experiencia vuelva a cero; si esto ocurre porque los nuevos procesos son distintos de los anteriores, la gente que trabaja en la empresa desde hace muchos años, que tiene mucha experiencia, se da cuenta de que su experiencia vale menos que antes.

Las organizaciones que cambian deben tener una capacidad de aprendizaje. En este esquema es más valorada la capacidad de aprendizaje de las personas que la experiencia. Para aprender, es necesaria la capacidad de olvidar.

Mas adelante hablaremos de las claves para que la organización se adapte a la volatilidad y complejidad del contexto.

29-02-23